Ingeniería Estructural ¿Un Nuevo Reto?

ING. HECTOR MONZÓN

La ingeniería estructural ha evolucionado a pasos agigantados y con ello ha surgido la necesidad de sistemas estructurales que favorezcan el desempeño adecuado de las edificaciones tanto en condiciones cotidianas como en caso de sismos de todas intensidades.

A mediados de los años 1980 estaba surgiendo Sismoconsult, una empresa de ingeniería estructural y sísmica fundada por el Ingeniero Héctor Monzón Despang aportando nuevas ideas y modificando algunos de los esquemas estructurales en uso en Guatemala.

Desde el inicio comenzaron a dejar huella. Fueron seleccionados por diversos desarrolladores para participar en varios de los proyectos más importantes y conocidos en el país, entre ellos la edificación del icónico Tikal Futura, del Centro Gerencial Las Margaritas, de Zona Pradera, del gran auditórium de Casa de Dios, del complejo Avia. La lista es larga e incluye proyectos estructurales en El Salvador, Honduras y Paraguay.

Hoy esa consultora es un equipo de ingenieros cuyo objetivo es ofrecer los mejores planteos estructurales que la tecnología permita. Están conscientes de las altas expectativas del usuario final actual y no obstante tienen presente que los edificios trabajados con la tecnología actualmente en uso no son totalmente invulnerables.

Monzón apunta “De ocurrir un sismo de intensidad severa, la probabilidad de que un edificio bien elaborado, proyectado después de 1980 llegue a desplomarse es insignificante, pero eso no quiere decir que no pueda recibir cierto daño, desde leve hasta serio, dependiendo de la intensidad local del sismo. Es por ello cada vez se pone más énfasis en lograr que ese daño sísmico esperado se reduzca; y cada vez se pone más énfasis en dejar claras las advertencias de daño sísmico esperado porque mucho del daño que pueda ocurrir dependerá de los componentes no estructurales del edificio y de los detalles y materiales de fachada y tabiquería interior.

Aunado a lo anterior, se insiste en la importancia de tener buenas estimaciones de futuras intensidades sísmicas. «Trabajamos bajo un panorama de incertidumbres, no podemos controlar la naturaleza, lo que si debemos hacer es intentar satisfacer los parámetros de sismicidad establecidos para el territorio nacional y de esta manera desarrollar de la manera más acertada.»

SISMO-RESISTENCIA PARA EL SIGLO XXI

Actualmente empiezan a estar disponibles diversas técnicas para reducir al máximo las expectativas de daño sísmico a los edificios mencionados en el párrafo anterior. “Es claro que las nuevas técnicas requieren de cierta inversión, pero es necesario pensar en la posibilidad de uso continuado después de un sismo, sin reparaciones a futuro. Los colapsos podrán estar bajo control, pero el daño secundario no tanto ¿A dónde se va a mudar temporalmente el usuario si fuera necesario hacer reparaciones significativas? Hasta ahora se ha pensado que los sismos severos son raros y que se pensará en el problema cuando ocurra… Pero ese razonamiento es cada vez menos viable.

Pero ya hay soluciones disponibles. Para reducir al máximo la vulnerabilidad sísmica el Ingeniero Monzón menciona el uso de aisladores y disipadores sísmicos; estos son artefactos incorporados a la estructura de los edificios que absorben la energía del fenómeno natural.

Es sin duda una herramienta con mucho potencial que debe empezar a utilizarse y que podría traer grandes beneficios a futuro cuando hablamos de estructuras”.

“Debemos seguir evolucionando, por ello además de aplicar esa tecnología del siglo XXI a edificaciones nuevas, debe utilizarse para llevar a cabo readecuaciones estructurales en edificaciones anteriores a 1970 algunas de las cuales tienen graves riesgos ocultos. Eso debe convertirse en un elemento esencial para el desarrollo de la ciudad, la seguridad de las estructuras y el cuidado de la vida humana”.

Esas son las ideas en Sismoconsult, un equipo con gran recorrido, pero sobre todo de gran visión.

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